Mauricio se aleja casi mil kilómetros de Madagascar, en el Océano Índico. La gran mayoría de los que viajan a esta isla lo hacen en su luna de miel, pero también puede ser lugar de descanso sin necesidad de pasar por el juzgado o la iglesia.
Está claro que su gran atractivo son sus playas. Es un placer pasear por sus arenales blancos al atardecer y desconectar del mundo en este paraíso. Pero también se pueden hacer otras actividades, como visitar el Parque Nacional de las Gargantas del Río Negro, un parque natural de belleza extrema.
Otro lugar interesante son los Templos del Grand Bassin, situado en el lago formado por un antiguo cráter en un lugar de frondosidad increíble. Y al regreso, un paseo en catamarán, un poco de snorkel y una barbacoa en la playa. Suena bien, ¿no?
