Japón no defrauda a nadie. Su riqueza cultural, la increíble educación y amabilidad de sus gentes y el estilo de vida hace de este un destino altamente recomendable.
La mezcla de tradición, modernidad extrema, gastronomía desbordante y costumbres diferentes, hacen que el viajero se sorprenda con cada rincón descubierto, cada nipón con el que se cruza.
La primavera y el otoño tiñe de colores muy especiales el país pero cada época cuenta con su encanto.
Kioto es la ciudad de las geishas y maikos. Plagada de templos y santuarios. Rutas sugerentes como el Camino de la Filosofía o el Bosque de Bambú.
Tokio, la ciudad interminable. Su concentración de población contrasta con la fluidez de sus calles. La modernidad está presente en sus rascacielos, edificios, la publicidad y sus alojamientos. Desde allí, la ascensión al Monte Fuji es visita obligatoria.
Hiroshima está marcada por su historia a raíz de la explosión de la bomba atómica. Un lugar ahora convertido en santuario para la paz.
