Corea del Sur recibe al viajero con 5.000 años de historia. La mezcla de tradición y modernidad convierten este país en destino asiático imprescindible.
La naturaleza en Corea del Sur se encuentra a un paso de las grandes urbes. El mundo rural se ha preparado para el turismo y forma parte de su entorno. Grandes parques nacionales donde se pueden comenzar sosegadas caminatas que nos llevan hasta templos budistas.
La Isla más grande de Corea del Sur es Jen-ju. Allí emerge el pico más alto del país, El Hallasán, con unas vistas increíbles.
La Fortaleza de Hwaseong fue concebida para trasladar allí la sede administrativa del país, pero el rey que la diseñó murió y nunca se llevaron a cabo sus deseos. Hoy es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Está rodeada por una muralla de 5 kms.
Bulguksa, protege tras sus muros siete tesoros nacionales. Es un ejemplo de las habilidades de los maestros artesanos de la época que plasmaron su sabiduría en los puentes, plazas y rincones de esta maravilla arquitectónica.