Botswana

Del tamaño de Francia, Botswana multiplicó por 100 su riqueza en 50 años desde los 60. Esto ocurrió gracias a sus minas de diamantes. Pero no solo de diamantes vive Botswana. Su mágica combinación de desierto y delta, ha conseguido que esta zona única en el mundo se cuele en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

El Delta del Okavango es la joya del país. Allí se reúne una buena representación de la fauna de Botswana como el hipopótamo. Lo mejor es contemplarlo desde una mokoro, una pequeña embarcación dirigida por un remero

Y como contraste, el gigantesco desierto. Allí, la mayor comunidad de elefantes del mundo convive con las cámaras de los viajeros.

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